La productividad, una herramienta para ser felices
Qué es la felicidad
Hoy quiero hablar de felicidad… pero ¿qué es la felicidad? Es un término muy complicado de definir, y a lo largo de la historia se ha definido de muchas formas: la felicidad como autosuficiencia, la felicidad como fortaleza, la felicidad como la adecuación de la voluntad humana a la realidad, la felicidad como satisfacción de los placeres de la vida… Todas ellas tienen algo de cierto, pero a lo largo de mi vida he ido definiendo qué es para mi la felicidad, y no se acaba de ajustar con ninguna.
Para mi, la felicidad es una actitud mental de satisfacción que las personas pueden asumir de forma consciente, tomando la decisión de ser felices, y una cualidad que viene de un estado de armonía interna que se manifiesta como sentimiento de bienestar y que perdura en el tiempo.
La felicidad es una actitud mental de satisfacción que las personas pueden asumir de forma consciente, tomando la decisión de ser felices, y una cualidad que viene de un estado de armonía interna que se manifiesta como sentimiento de bienestar y que perdura en el tiempo.
La idea de que perdura en el tiempo me parece fundamental: podemos estar contentos, sonreír, pero si no somos felices ese estado será algo pasajero, algo que no perdurará. Si somos realmente felices, nuestra felicidad será algo permanente, algo que perdurará tanto a medio como a largo plazo. Porque la felicidad es una decisión personal respecto a nuestras vidas, no un estado anímico temporal.
La felicidad como base de nuestras vidas
La felicidad es la base de nuestras vidas: el único objetivo de vivir debe ser el simple hecho de ser feliz. Para mi, la felicidad es lo más importante de mi vida: la felicidad propia, la de las personas que me rodean y la del resto de personas que habitan este mundo. Si puedo hacer feliz a alguien, ¿por qué no hacerlo?
Si vivimos es para ser felices y es imprescindible ser felices para que podamos vivir nuestras vidas al máximo. En general, cualquier experiencia, independientemente de nuestra primera impresión, puede tener su parte positiva, y si tenemos la predisposición de buscar esa parte positiva, siempre podremos aprovechar al máximo cualquier circunstancia de la vida para ser feliz.
Es imprescindible ser felices para que podamos vivir nuestras vidas al máximo.
Solamente podremos obtener el máximo provecho de nuestras vidas si sabemos aprovechar todos y cada uno de los momentos de nuestras vidas, así que es momento de plantearse dónde podemos encontrar la felicidad.
La felicidad está en nuestro interior, no la busquemos fuera
La felicidad no depende directamente del entorno, de nuestros compañeros, de nuestros amigos o de nuestros enemigos. La felicidad depende básicamente de nosotros mismos, de nuestra forma de ser y de ver las cosas.
En nuestras vidas, una de las cosas que buscamos es la felicidad. La buscamos… cuando de verdad, el único sitio donde la podemos encontrar es en nuestro interior. Bajo mi punto de vista, la felicidad es una actitud que podemos asumir conscientemente, una decisión que estamos tomando cada uno de nosotros como personas y, por lo tanto, no podemos buscarla fuera, sino que tenemos que aprender a descubrirla dentro de nosotros mismos.
Creo que no debemos dudarlo nunca: la felicidad no se busca, la felicidad debe saberse vivir y disfrutar como tal. La felicidad está en nuestro interior. Nada más. Punto. Si la seguimos buscando fuera, nunca seremos felices.
Saber estar con uno mismo, apreciando la soledad como punto clave de nuestra introspección personal, es esencial para profundizar en nuestra forma de ser, es algo que nos ayuda a aprender cómo somos, qué pensamos, qué queremos, qué necesitamos… Saber ser nosotros mismos, elegir lo que hacemos y actuar de acuerdo con nuestros pensamientos y sentimientos nos ayuda a que nuestro día a día sea mucho más feliz.
Saber estar con uno mismo, apreciando la soledad como punto clave de nuestra introspección personal, es esencial para profundizar en nuestra forma de ser.
Eso no significa que las circunstancias externas no puedan ayudarnos. Nadie es una isla, todos necesitamos relacionarnos con los demás: la vida con amigos o pareja, la familia con quien compartir buenos momentos, las recompensas de estudios o trabajo… Evidentemente las distintas circunstancias que tengamos en cada caso influyen directamente en cómo nos sentimos, pero aún así, podemos seguir siendo felices en los malos momentos.
Son muchas las cosas que pueden ayudarnos a vivir nuestra felicidad, pero por muchas circunstancias externas que tengamos, buenas o malas, la decisión de ser felices sigue estando en nuestro interior. La felicidad es una cuestión de visión y decisión, no una cuestión de circunstancias.
Quizá hablamos demasiado de la productividad y demasiado poco de la felicidad
Cualquier persona que disfruta de lo que hace es, siempre y sin excepción, más productiva que la persona que lo hace sin ganas o sin gustarle. Una sonrisa en la cara, la felicidad que nos llena por dentro, querer hacer las cosas que nos apasionan de la mejor forma posible… todas esas cosas son potenciadores de nuestra productividad.
Cualquier persona que disfruta de lo que hace es, siempre y sin excepción, más productiva que la persona que lo hace sin ganas o sin gustarle.
Otra cosa que tenemos que tener en cuenta es la relación inversa: de forma general, ser productivo nos ayuda a ser felices, ya que aprovechamos nuestro tiempo en las cosas que realmente son importantes. Cuando somos mucho más productivos (generando grandes resultados haciendo lo que más nos apasiona), conseguimos aumentar nuestra felicidad.
Ser productivo nos ayuda a ser felices, ya que aprovechamos nuestro tiempo en las cosas que realmente son importantes
Por lo tanto, productividad y felicidad van muy de la mano, pero en general, acostumbramos a escribir, a leer, a dar consejos… centrándonos mucho más en la productividad que en la felicidad, cuando el objetivo de nuestras vidas es ser felices, no sencillamente ser productivos. Es por este motivo que creo que debemos hacer un cambio de chip, e ir pensando cada vez más en la productividad como una herramienta para ser felices.
La productividad, una herramienta para ser felices
Me encanta la productividad. Es una de mis pasiones desde hace ya algunos años y me encanta aplicar cualquier consejo, probar cómo funcionan las distintas técnicas y métodos, intentar mejorar mis hábitos productivos para aprovechar mi tiempo al máximo. Pero… ¿qué es la productividad, si no es una herramienta para ser felices?
La productividad nos ayuda a aprovechar nuestro tiempo haciendo lo que realmente creemos que es importante hacer, ya sea en nuestra vida profesional o personal.
En cualquier caso, es muy importante aprovechar la productividad para hacer cosas que para nosotros sean importantes, ya que es eso mismo lo que nos hará felices tanto mientras lo estemos haciendo como una vez hayamos cumplido nuestros objetivos.
Por lo tanto, para mi, ser productivo es parte de un objetivo vital que va más allá de la productividad: simplificar nuestro trabajo para hacer con nuestras vidas lo que realmente queremos y disfrutar siendo felices con lo que hacemos. ¿Qué otro objetivo podemos tener en la vida que ser felices con lo que hacemos?