GTD con PNL (Programación Neuro-Lingüística)
Dos siglas para un título. Seguro que no tiene gancho…, pero “No importa si es verdad o mentira, lo que importa es si te funciona o no”. Esta es una de las premisas de la PNL con la que vamos a intentar mejorar nuestro GTD.
Leo muchos artículos de productividad enfocados a tareas, proyectos… Mi colaboración con esta revista quiero enfocarla desde mi experiencia como director de equipos comerciales y como utilizar GTD en “acciones” que normalmente no incluimos en nuestro sistema, v.g. dar feedback, perdiendo muchas oportunidades de motivar, reconocer a los colaboradores….
Tengo claro que GTD funciona. Mis sistemas anteriores sólo conducían a un caos. Como en el anuncio de Pirelli”; la potencia sin control no sirve de nada. Pero ¿por qué GTD funciona? He leído artículos que lo enfocan desde el punto de vista de los hábitos, de la neurociencia. Aquí vamos a trabajarlo desde un enfoque basado en PNL.
La Potencia sin control, no sirve de nada.
La Programación Neuro-Lingüística o PNL aplicada al liderazgo trabaja reseteando nuestro software mental a través del lenguaje, de las palabras que decimos a los demás y las que nos decimos interiormente. Se trata de preguntarnos:
- ¿Cómo hago lo que hago bien?
- ¿Cómo podría mejorarlo?
- ¿Cómo puedo conseguir las habilidades que admiro en otros?
Como podéis observar, ese proceso de autoconocimiento, de cambio, encaja perfectamente y permite aplicar los niveles de perspectiva y los proyectos de GTD.
PNL concluye que las palabras que decimos o nos decimos en nuestro lenguaje interior se convierten en creencias y las creencias condicionan nuestras acciones. Para mejorar nuestra lista de acciones siguientes debemos cambiar nuestras palabras, nuestros hastags interiores y por lo tanto, los que utilizamos en nuestro GTD.
La PNL ha identificado creencias compartidas por las personas que sobresalen como líderes y comunicadores. Estas creencias o presuposiciones están teniendo gran influencia en el management del s XXI. Aquí vamos a hablar de: 8 presuposiciones de la PNL que puedes aplicar en tu GTD.
1) El mapa no es el territorio
Otros autores la describen como “Cada persona es única”. Ante una misma situación, las personas ven realidades distintas en función de su trayectoria, experiencias personales, profesionales… Entender esta creencia, supone respetar lo distinto. Las distintas opiniones, las distintas visiones.
El gran Peter Drucker eleva este problema a la cultura de la empresa en la que trabajamos “Vemos la realidad con las lentes distorsionadas de la organización”, dice.
El territorio se explora andando. Cada persona que hace el camino de Santiago, tiene una experiencia personal e intransferible, a pesar de haber “clonado” la ruta de un amigo.
Desde mi experiencia GTD permite andar por el territorio con un GPS. “Hacer las cosas" supone andar por el mundo personal y profesional sin miedo y con control. Para ello debes programar en los “Niveles de perspectiva” una ruta adecuada y que tu GPS vital se parezca lo máximo posible a tu territorio diario donde todo se mezcla y requiere “hacer las cosas” en función de contextos, energía, tiempo disponible…
GTD permite andar por el territorio con un GPS, Hacer las cosas, supone andar por el mundo personal y profesional sin miedo y con control.
2) Toda experiencia tiene una estructura
Cuando ejecutamos una acción profesional con éxito, una buena venta, cuando dirigimos bien una reunión, la tutorización de un colaborador…nos queda un buen sabor de boca. Nos vamos a casa satisfechos, estamos contentos…
La PNL se pregunta ¿Cómo hacemos bien lo que hacemos? Aquí cada respuesta es también única. “Cada maestrillo tiene su librillo”. Debemos identificar esa acción, los pasos que hemos dado e intentar repetirlo e incorporarlo como estrategia.
Un ejemplo. Una venta a un comprador difícil, de los que solo miran precio… y nuestro precio no es el mejor. La solventamos con una serie de argumentos técnicos, con una actitud determinada, buscando la empatía, con un cierre creativo…
Esa estrategia que nos ha funcionado podemos fijarla con una etiqueta #tipoduro. Esta etiqueta la incorporaremos a acciones futuras, de manera que ante la visita a clientes de las mismas características, ejecutemos el mismo proceso de venta. Estos hastags sirven también para potenciar el anclaje, otra de las utilidades que propone la PNL.
Debemos identificar las acciones que hacemos bien, y preguntarnos cómo las hacemos bien, para etiquetarlas y aplicar los mismos protocolos en futuras acciones.
3) Procesamos la información con los 5 sentidos
Todo un descubrimiento. Lo aprendí en un taller de “Oratoria con PNL” con Mónica Pérez de las Heras, directora de la Escuela Europea de Oratoria de Madrid. Os recomiendo cualquiera de sus libros.
Haciendo un mal resumen diré que las personas tenemos tres “idiomas” diferentes. Unos somos más visuales, preferimos la imagen para dar y recibir información. Otros somos más auditivos, prefiriendo la información verbal, recordando las palabras, los sonidos. Y por último están los kinestésicos, personas que recuerdan emociones más que palabras o imágenes.
Mónica nos enseña a identificar el idioma de nuestros interlocutores, fijándonos en las palabras que utilizan, sus gestos…
Vuelvo a buscar al maestro Drucker que en “El ejecutivo eficaz” también nos habla de “Dirigir al jefe” y nos pregunta como le gusta a nuestros diferentes jefes ser informados, concluyendo que no se puede enviar un informe escrito a un jefe auditivo, ni llamar para informar a un jefe visual.
Aplicando esta presuposición de la PNL a GTD, volvemos a los hastags. Identifica a tu interlocutor con su “idioma sensorial” y prueba a hablarle en visual, auditivo o kinestésico. Ya me dirás los resultados. Ej. #kinestésico
4) Las personas tienen ya todos los recursos necesarios para generar cambio y alcanzar los objetivos que se propongan
Sin embargo, el enemigo está dentro. Las creencias nos limitan sobre lo que podemos o no podemos hacer. Hablamos del efecto Pigmalión.
Con GTD podemos conseguir cambios importantes. En el estudio de los hábitos, se concluye que hacen falta 21 días repitiendo una misma acción para conseguir fijar un hábito nuevo en nuestro comportamiento. Para mi GTD utilizo como soporte principal el programa Facilethings de Francisco Sáez. Facilethings permite programar rutinas que se incorporan automáticamente a tu agenda. De ti depende ejecutarlas durante 21 días y cambiar tus hábitos.
Se concluye que de media hacen falta 21 días repitiendo una misma acción para conseguir fijar un hábito nuevo en nuestro comportamiento.
5) Aceptamos con mayor facilidad lo conocido
Estaremos de acuerdo en la realidad de esta afirmación. La famosa zona de confort. La lástima es que todo lo bueno sucede fuera de esta zona.
Al igual que con los hábitos, debemos poner en nuestros niveles de perspectiva, objetivos que incluyan las palabras #exploración #descubrimiento.
Si chocas con pensamientos de otros compañeros, amigos, pareja, plantearte explorar sus ideas para aprender.
Ejemplo: Piensas que la nube no es segura para alojar la red social corporativa. El objetivo sería “Explorar la realidad de la seguridad en la nube” De ahí comienza colgar tus acciones. Verás la potencia que tiene para abrir la mente y cambiar tu creencia.
6) Todo comportamiento tiene una intención positiva
¿Seguro? Sí, seguro. Los enfados, miedos, auto sabotajes… tienen que ver con el inconsciente que busca en el cerebro experiencias anteriores, normalmente en la niñez, y utiliza estrategias que nos funcionaron. La pega es que ahora tienes treinta y tantos años y diriges un equipo…
En el fondo todos conocemos nuestras excusas interiores. Trabajar con GTD este cambio consiste en cambiar los enunciados tanto en los niveles de perspectiva como en algunos proyectos y acciones.
Siempre se nos recomienda poner un verbo en los enunciados de proyectos, acciones, visión… Hay que ir más allá y utilizar expresiones empoderantes como “Voy a…” o “Quiero…” conseguir, alcanzar, cambiar, liderar….
Ejemplo. En un proyecto personal cambiar un enunciado “Mejorar mis presentaciones” por “Voy a convertirme en un buen orador en los próximos 6 meses”
7) Tendemos a tomar las mejores decisiones posibles con la información que tenemos
¿Tenemos toda la información?, ¿Comparto mi información con el equipo?, ¿Manejo bien la escucha activa?, ¿Respeto las opiniones del equipo?
Si has contestado negativamente a alguna de estas preguntas, siento notificarte que no tienes toda la información. La PNL te permite acceder a más información mediante preguntas en el llamado Metamodelo. Esto daría para otro artículo. Ahora lo importante es que puedes ayudar a cambiar con GTD el feedback que das a tus colaboradores, para obtener toda la información
Hay contextos en GTD muy comunes como #llamadas. En mi GTD al coordinar 22 sucursales incorporo un contexto tipo #130 donde 130 es el número de sucursal. Al llegar allí, pincho en mi smartphone y veo todo lo que tengo que repasar con el equipo. Además hay acciones con el hastag #feedback donde incluyo felicitar por las buenas acciones a modo de motivación, hacer reflexionar sobre cómo se han conseguido (para su anclaje), repasar una planificación. Recordad la presuposición número 2 “toda experiencia tiene una estructura”.
Utilizo el hastag #feedback con el cual felicito a mi equipo, para motivarlo por las buenas acciones realizadas, reflexionar cómo se han conseguido y así anclarlas a su comportamiento.
8) Mente y cuerpo forman parte de un mismo sistema
No creo que a estas alturas nadie ponga en duda esta presuposición de la PNL.
Tenemos que conocer como funcionamos, como sentimos lo que sentimos, como cambiarlo. Lo mismo debemos saber de nuestros colaboradores. Hablamos de flexibilidad mental, de ampliar el enfoque, de cuestionarse a uno mismo.
Este conocimiento también se puede reflejar en nuestro GTD.
a) En los niveles de perspectiva debemos reflejar nuestros roles. Yo tengo 4. Personal, profesional, social, bloguero. Pero no vale con poner estos títulos, debemos definirlos utilizando PNL, por ejemplo “Voy a conseguir un mejor desempeño profesional” y de ahí cuelgan objetivos más concretos, acciones…
b) En las acciones. Si conocemos bien nuestra mente y nuestro cuerpo sabremos como encajar las acciones en función de los niveles de energía, tiempo disponible, prioridad que describe GTD.
Te animo a que pruebes a incorporar PNL a tu GTD. Quizás todo no te funcione, pero como en un programa de humor, con que haya un gag bueno, te ríes todo el día.
Bibliografía:
- “PNL para líderes” José pedro García
- “PNL para directivos” Mónica Pérez de las Heras