El viaje a la productividad con sentido
Lo que nos impulsa a vivir como vivimos
Es un buen momento para cuestionar supuestas, creencias y hábitos que nos han llevado a trabajar y vivir como lo hacemos hasta ahora.
Sabemos que las empresas en las que trabajamos y las sociedades en las que vivimos, elogian la velocidad, la inmediatez de los resultados y nos hacen vivir en días donde todo es urgente.
Sabemos que las empresas en las que trabajamos y las sociedades en que vivimos, premian solo el crecimiento, por tanto para alcanzar esos objetivos tenemos que presionar hasta al límite a las personas y hacer que los indicadores de proyectos y metas sean el motor de su desempeño.
Aunque todo parece estar bien, dado que todos aprueban la velocidad e inmediatez, hay un trasfondo que lentamente impacta en la productividad y calidad de vida de las personas y por ende las organizaciones.
Lo que sabemos:
Sabemos que muchas son las personas que pasan interminables horas leyendo y respondiendo correos electrónicos, incluso utilizando horas fuera del trabajo, cuando ya están en casa y en realidad es el momento de compartir con la familia. Sin embargo con la excusa del compromiso y los objetivos han acostumbrado a todos a esta rutina.
Sabemos que gran parte de las personas de la gran parte de las empresas, pasan más del 60% de su tiempo en reuniones, esto no tendría ningún inconveniente, si fuera porque todos creen que más del 50% de estas reuniones son inútiles. Además que gran parte de las personas que están en estas reuniones, están pensando en otra cosa, revisando emails o avanzando en tareas retrasadas.
Sabemos que dentro de las oficinas, más aun considerando que gran parte de las oficinas tiene diseños con espacios de trabajo abiertos para la colaboración, gran parte del tiempo es imposible concentrarse por las múltiples interrupciones que sufrimos, entre estas el email, el jefe, los móviles, e incluso uno mismo con todos los pendientes rondando por nuestra cabeza.
Sabemos que las personas han perdido, o están por perder, la capacidad de pensar. Y es que no sirve creer que mientras vamos en el auto o en el metro, o en la ducha o rato antes de una reunión importante es suficiente tiempo para pensar estratégicamente.
Sabemos que a pesar de saber que es necesario hacerse el tiempo para descansar, dormir y comer bien, es lo que menos hacemos diariamente. Lo típico es ver personas comiendo algo rápido, en el escritorio o en reuniones almuerzo. Durmiendo menos de 5 horas, sin hacer un break en la jornada y para qué decir de hacer ejercicio.
No es posible
¡No es posible que nos sigamos haciendo a los locos!
No es posible que sigamos siendo ciegos del daño que esto tiene en nuestro bienestar y en nuestro desempeño dentro de las empresas, tarde o temprano lo tendrá, y que más encima queramos seguir jugando a la “velocidad y la inmediatez”.
Ahora es un buen momento
Es un buen momento para modificar nuestros hábitos, dejar atrás estas creencias y formas de trabajo. Es momento de tomar control de nuestro trabajo e iniciar un viaje hacia una “productividad con sentido”. Le pongo este apellido porque, se trata precisamente de seguir nuestra vida en base al sentido común, al sentido menos utilizado, sino basta con leer nuevamente lo que escribí antes. Para muchos habrá que recuperarlo, otros simplemente tendrán que desempolvarlo, pero ninguno puede seguir el viaje de la productividad sin él.
El viaje de la productividad con sentido que proponemos para cualquier persona está compuesto de 4 elementos claves.
Tiempo para pensar y planificar diaria y semanalmente nuestras actividades.
Un método de sentido común para planificar, coordinar, moderar y gestionar nuestras reuniones.
Técnicas de sentido común para gestionar nuestros correos electrónicos y definitivamente dejar de vivir diariamente en ellos.
Técnicas de sentido común para aprender a vivir con las interrupciones, que yo mismo me provoco y las que el resto se empecina en generarme.
Para asimilar estos 4 elementos lo primero es dejar de lado los paradigmas y creencias actuales que nos mueven, segundo, dejar de pensar que antes tienen que cambiar los jefes o la organización, el cambio parte con uno mismo. Tercero, aprovechar la tecnología que nos rodea, y adecuarla a mí cotidianidad, por ningún motivo dejarme domar por los gadgets tecnológicos y finalmente darme el tiempo suficiente para que los 4 elemento claves se incrusten poco a poco en mí cotidianidad o porque no que otros me contagien, a propósito de las buenas experiencias que vayan asimilando.
Tienen que saber que nada ocurrirá de un día para otro, ningún de los 4 elementos se instala por arte de magia. El viaje de la productividad con sentido, requiere de perseverancia y paciencia.
Finalmente
Finalmente es necesario subrayar que el objetivo de este viaje de la productividad con sentido, no es la velocidad y la inmediatez, sino que tiene que ver más con garantizar resultados sostenibles para la organización, el sentido de logro diario de las personas y equipos, y por supuesto el sentido de propósito de las personas.
El viaje de la productividad con sentido es para sentir que hay una trascendencia mayor en lo que estamos haciendo día a día. Es para sentir que somos dueños de nuestro trabajo y no sus esclavos.
Foto: Flickr/HikingArtist.com CC BY-ND 2.0