Regularidad no está nada aburrida
Una de las cosas más duras en productividad es ponerse a hacer una serie de cosas de una manera regular. Cada día revisar los correos e-mail, cada semana hacer un “repaso semanal”, cada mes verificar los objetivos, cada año hacer un chequeo completo con el médico…
Pero yo quiero ser más espontáneo…
Sí, hacer algo “cada X tiempo” parece muy aburrido y poco espontáneo, pero no tiene por que ser así. Todo depende de nuestra actitud y de los verdaderos objetivos de estas tareas regulares. Y el resultado puede darnos tiempo y fuerza y creatividad para hacer cosas muy espontáneas luego.
El truco mágico. Cambiamos los verbos.
El problema con las tareas regulares es como con el cepillo de dientes. Sabemos que es bueno para nosotros, pero no lo queremos hacer. Para cambiar la actitud, por que no cambiamos el verbo de “debo” a “quiero”… y mágicamente se cambia la tarea totalmente.
Quiero procesar mis emails hoy…
…para saber si estoy al tanto con toda la comunicación con el mundo… y sobre todo mirar a ver si no me está llegando una nueva oportunidad profesional o de conexión con alguien interesante. Un ejemplo: Hace un año escribí un e-mail a Augusto, el editor de esta revista, diciendo: “Oye, tenemos que escribir un libro juntos sobre trabajar en el iPad. Los dos tenemos igual pasión por el tema.” Gracias a este e-mail escribimos el libro “#iPadOnly” juntos (en pocos meses también lanzaremos la versión en español), nos hicimos amigos y ahorra colaboramos con el Productive! Magazine juntos. Por momentos como estos, hay que procesar los correos de una forma regular.
Quiero hacer un “repaso semanal” este viernes…
… por que acabo de tener una semana estupenda y quiero estar seguro de que he hecho lo todo. Tengo tantos planes para la semana que viene que necesito saber si estoy listo para empezar con ellos y necesito saber si me da tiempo hacerlo todo muy bien. Este repaso no es una tarea aburrida por que teniendo estas dos horas el viernes me da una posibilidad de revisar mis planes, pensar en todo lo que puedo lograr y me excita mirando hacía la semana próxima. Gracias a esto, estaré listo para disfrutar del finde con la familia y recargar mis pilas para la semana que viene. ¡Que bien!
Quiero repasar mis objetivos y resoluciones al final del mes…
… por que quiero que este año sea el mejor año de toda mi vida. Quiero saber exactamente como me ha ido el mes, que he logrado y compararlo con los meses anteriores y enfrentarlo con las resoluciones del año que hice en los primeros días de enero. Gracias a este repaso vuelvo a mi camino de productividad, me vuelven a excitar mis resoluciones y puedo con toda la consciencia celebrar mis victorias pequeñas que me ayudan a llegar a cumplir mis objetivos. ¡Este año será el mejor jamás!
Quiero hacer el chequeo completo de mi cuerpo cada año…
… aunque no me gusta nada tener citas con médicos, pero sé que mi cuerpo está muy importante no solo para mi, pero para mi familia. Gracias a un cuerpo sano puedo lograr cosas impresionantes y llegar a cumplir retos que antes me parecían inalcanzables. Gracias a un cuerpo sano puedo tener fuerza para jugar con mis hijos, levantarlos, saltar y correr con ellos. El chequeo me da la sensación de que estoy controlando mi cuerpo y sé como está y hay una probabilidad alta de que no me va a sorprender nada. Tengo fuerza y potencia para hacer lo que yo quiero.
El truco es solo cambiar los verbos
Cuando hacer el cambio de los verbos, notas de que ya no se trata de tareas regulares aburridas… se trata de tareas inspiradoras que te avancen, que te preparen para los retos, que te den ilusión para el futuro. Sobre todo, que te den espacio para ser creativo y espontáneo.
Haciendo tus tareas regulares, te estas preparando para lo que la vida traiga para ti… y cada día te levantas con muchas ganas de ser una versión aún mejor te di mismo. Quieres lograr lo inalcanzable… y estas listo para ello.
Foto: Flickr / pulfi CC BY-NC-ND 2.0